La Asociación 'Conservación del Riego de Huertos y Patrimonio Hídrico' ha celebrado su asamblea anual en Hospital de Órbigo.
La Comunidad de Regantes de la Presa de la Tierra ha hecho efectiva, sin haberse resuelto aún los 166 recursos de alzada en contra de las nuevas ordenanzas aprobadas por la Comunidad de Regantes de la Presa de La Tierra, "la expulsión de todos los regantes de huertos y fincas del casco urbano de forma unilateral, sin aviso previo y sin explicación alguna", de tal manera que en Villarejo ya no pasan los recibos de la riega (por lo que no se puede pagar) y en San Feliz de Orbigo se puede pagar pero no dan recibo alguno que conste el pago, puntualiza la Asociación 'Conservación del Riego de Huertos y Patrimonio Hídrico', tras la celebración de la segunda asamblea anual.
La asociación nació hace un año para defender las prácticas tradicionales de riego de los
huertos y proteger los cauces y presas que discurren desde Benavides hasta Veguellina del Órbigo, ante la pretensión de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) de que los particulares dejen de utilizar el agua tras la modernización del riego de fincas. El colectivo defiende que "es compatible con el riego de huertos que están en nuestras zonas urbanas y del paso de agua por las presas históricas que cruzan nuestros pueblos".
Los representantes de la asociación aseguran que desde la Comunidad de Regantes de la Presa de la Tierra defienden el cumplimiento de las normas de la CHD, mientras "la presidenta y el jefe de Infraestructura niegan haber tramitado esa norma. Incluso si así fuera, los representantes de la comunidad de regantes tendrían que estar apoyando a los regantes que desde tiempos inmemoriales han estado regando sus huertos y fincas, y defender el patrimonio histórico de los pueblos de la comarca del Órbigo".
Los afectados reiteran que no están en contra de la modernización del riego, pero "creemos firmemente que pueden ser compatibles". Señalan que los agricultores regantes (terrenos rústicos) van a poder regar 1400 hectáreas "de forma cómoda y con gran cantidad de ahorro de agua (dicen). Nosotros, que también somos regantes, necesitaríamos el agua" para unas 40 hectáreas que debido a su ubicación, tamaño, tipo de cultivos, no entrarían dentro del sistema modernizado. "Así mismo se podría seguir alimentando las presas y cauces con un caudal ecológico, que no supone gasto o pérdida de agua toda vez que el agua se toma del río para más tarde volver a él", subrayan desde la asociación.
Asamblea
En la asamblea celebrada el 17 de agosto, en Hospital de Órbigo, la directiva dio cuenta al centenar de socios que asistieron, de las actuaciones realizadas a los largo del año, entre las cuales destacan las entrevistas con la presidenta de la CHD y su equipo técnico, y con el jefe territorial de Agricultura de la Junta de Castilla y León. así como la interposición de los 166 recursos de alzada en contra de las nuevas ordenanzas aprobadas por la Comunidad de Regantes de la Presa de La Tierra, y la presentación de escritos y peticiones varias para que la Comunidad de Regantes de la Presa de la Tierra no sacasen del censo de regantes a los propietarios de los huertos y terrenos del casco urbano.
Manifiesto
La Asociación “CONSERVACIÓN DEL RIEGO DE HUERTOS Y PATRIMONIO HÍDRICO” nace para defender las prácticas tradicionales de riego de nuestros huertos y proteger los cauces y presas que discurren por nuestros pueblos desde tiempos inmemoriales.
Ante lo cual declaramos que:
La modernización del riego de fincas es compatible con el riego de huertos que están en nuestras zonas urbanas y del paso de agua por las presas históricas que cruzan nuestros pueblos.
El agua es imprescindible para mantener en uso y preservar los molinos como patrimonio arquitectónico e ingeniería hidráulica..
Que la “PRESA DE LA TIERRA” no es sólo un sistema de presas, acequias, regueros, etc que riega nuestra comarca, sino que forma parte del patrimonio cultural de la misma, conformando un sistema rico en biodiversidad y en riqueza medioambiental.
Que la negación del agua para regar los huertos y fincas situadas en el casco urbano supondría un grave perjuicio para los habitantes de nuestros pueblos impidiendo disfrutar de aspectos tan importantes como:
- Un complemento económico importante de las familias debido al autoconsumo de los productos de sus huertas.
- El trabajo, sobre todo de las personas mayores, en el cuidado de los huertos, reporta una gran dosis de salud tanto física como mental.
- La socialización de la población es más efectiva en tanto que se comparten y se intercambian productos entre la vecindad.
- Conservación e intercambio de semillas autóctonas.
Las huertas, ubicadas en los alrededores de las casas, aportan un valor añadido a las mismas, siendo un gran aliciente para que nuevos pobladores se animen a vivir en los pueblos.