Jura de Bandera de Hospital de Orbigo

La jornada castrense ha sido organizada por la Academia Básica del Aire de León, en colaboración con el Ayuntamiento

«Hoy es un día muy especial. Es una de esas jornadas que emocionan, que tocan el alma. Ver reunidos a todos cuantos estamos aquí, que nos sentimos, por encima de todo,  orgullosos de ser lo que somos: españoles, no se olvida con facilidad». Con estas palabras, el coronel de la Academia Básica del Aire de La Virgen del Camino, Juan Antonio Ballesta Navarro, resumía en su discurso el acto de Jura de Bandera para personal civil que se ha celebrado junto al puente de Hospital de Órbigo, donde en 1434 tuvieron lugar las Justas de don Suero de Quiñones.

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Cincuenta y seis ciudadanos y ciudadanas juraron o prometieron fidelidad a la Bandera y compromiso con la defensa de España. A todos ellos, el coronel les recordaba que «con este acto los españoles prometemos respetar y amar a nuestro país con tolerancia y respeto, compromitiéndonos a ser ciudadanos libres, honestos y justos, aceptando solidariamente en sus diferencias a todos los que pueblan nuestro suelo y transmitiendo, en todos y cada uno de nuestros actos, nuestros valores permanentes e irrenunciables»

 

Las sanitarias de Hospital de Órbigo nombradas ‘Mantenedor de las Justas’

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El reconocimiento por el nombramiento de Mantenedor de las Justas del Passo Honroso “hubiera sido un honor sin el covid, pero con el covid más”, ha señalado la médica Isabel Miguélez Castellanos, desde hace unos meses ya jubilada, que vivió la primera ola con la intensidad de una médica rural volcada con sus pacientes y con todas las personas mayores de Hospital y Puente de Órbigo: “personalmente lo viví muy mal porque la preocupación me la llevaba a casa. Les llamábamos cuando acabábamos la jornada y por la noche”.

 De los meses más duros de la pandemia, Isabel Miguélez recuerda cómo todo el pueblo se volcó, “se confiscaron todos los manteles de los restaurantes para que las mujeres hicieran mascarillas”, tuvieron Equipos de Protección Individual (EPI) gracias a que “una paciente los hizo con bolsas de basura de jardín” y que requisaron “todos los chubasqueros de la tienda china” de la localidad. La doctora rememora cómo “con el farmaceútico de Veguellina conseguimos todos los elementos para hacer el gel. Fue muy duro sobre todo por el pánico que teníamos”.

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